Oración del 4 de Julio

Querido y generoso Creador, es un regocijo despertar con la salida del sol y, desde el corazón, expresarte mi agradecimiento.

Aprecio cada regalo que me has otorgado: el milagro de la existencia, el calor de una familia que adoro, el amor que nos mantiene unidos, la vitalidad para asumir los desafíos diarios y la oportunidad de transformar nuestros anhelos en logros. ¿Cómo sería nuestra existencia si no contáramos con tu constante guía?

En este día, imploro que derrames tu bendición sobre mí y sobre los seres a quienes amo. Por favor, allána nuestro sendero hacia la victoria, la serenidad y la abundancia. Sostén nuestra mano, orientándonos ante los obstáculos que enfrentamos y otórganos tu valor y sabiduría para superarlos juntos.

Eres nuestro guía, nuestro confidente y nuestro vigilante protector. Te suplico que mires nuestras vidas y, allí donde encuentres inseguridad, plantes confianza; donde veas tristeza, infundas esperanza y, si percibes desesperanza en algún corazón, toca ese alma con tus manos divinas y llena su espíritu de fe, ya que todo es alcanzable para el que tiene fe.

Entrego este día a tu cuidado divino. Por favor, bendice cada uno de nuestros actos, permítenos ser conductores de tu divina labor y bríndanos la oportunidad de compartir nuestras bendiciones con aquellos que las necesiten.

Acompáñanos en nuestro camino, protegiéndonos de aquellos que nos desean mal. Te ruego que disipes nuestras dudas y nos reveles bellas verdades. Todo lo que somos, nuestro hogar y todas las bendiciones que has derramado sobre nosotros están bajo tu leal resguardo. Confiados en tu palabra, tus propósitos y tu protección, sabemos que eres bueno y tu amor inigualable.

Hoy, con una fe inquebrantable y esperanza renovada, proclamo que en este nuevo día todo marchará a mi favor, y que allá donde me dirija hallaré felicidad, bendiciones y prosperidad, porque Tú, querido Dios, estás conmigo, y donde Tú estás, no falta absolutamente nada. Amén.

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